Falafel de Lenteja Roja
 

INGREDIENTES para 2 pers.

125 gr de lentejas rojas.
50 gr de bulgur fino.
1 cebolla picada.
1 diente de ajo picado.
1 cucharada pequeña de pimentón dulce.
1 cucharada sopera de comino.
1 cucharada sopera de salsa de soja.
1 cucharada sopera de zumo de limón.
1 manojo de perejil picado.


ELABORACIÓN

Hervimos las lentejas con el doble de agua. Llevamos a ebullición y cocemos a fuego lento, tapar y cocinar, removiendo de vez en cuando, durante 20/25 minutos o hasta que las lentejas estén blandas y hayan absorbido todo el agua. Incorporar el bulgur, tapar y apartar del fuego.

En una sartén añadimos la cebolla bien picada y la rehogamos con una gotita de aceite durante unos 10 minutos. Añadir el ajo, el pimentón dulce y el comino, rehogamos un par de minutos más o hasta que la cebolla se dore. Salpimentamos al gusto. Reservamos para que se enfríe.

En un bol, mezclamos la cebolla con las lentejas, la salsa de soja, el zumo de limón y el perejil picado. Con las manos húmedas, formamos unas bolitas, con la mezcla, del tamaño de una nuez, se aplanan un poco, y las dejamos reposar durante 15 minutos.

En una sartén, untada con unas gotitas de aceite, doramos por ambos lados las croquetas y servimos.

Se recomienda servir sobre un lecho de hojas de lechuga o col cortadas en juliana. Y siempre acompañado de nuestra sabrosa salsa de sésamo y ajo.

 

Falafel de Lenteja Roja

Sobre El Autor

Maria Vilaplana Ribes

En el año 2004 tras dar un gran giro mi despensa experimenté notables cambios a nivel físico y psíquico y pude tomar consciencia de la relación directa entre alimentación y enfermedad. Descubrí en la macrobiótica una preciosa manera de entender la salud y la vida que me dejó fascinada y me ha permitido vivir todo este tiempo entusiasmada entre fogones, procurando mantener mi equilibrio y el de los míos muy lejos de la medicina alopática. Apasionada por igual de los viajes y amante de las gastronomías del mundo gustaba de aunar mis pasiones y a la vez buscar la proximidad entre culturas y cocinas, mostrando ese nexo de unión que hallé en las raíces de la alimentación, y que se da justo en nuestra reconexión con la tierra y sus ciclos.

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