Para empezar bien el año, y siendo hoy un día un tanto especial, venimos a compartir una pequeña colección de las instantáneas más significativas de nuestro recién finalizado viaje al gran subcontinente indio, imágenes que hablan por sí solas de una cultura inigualable, una cultura cargada de misticismo y misterio sin parangón.

País donde el abanico cromático se exhibe descaradamente en cada una de sus infinitas tonalidades. País de culturas milenarias, riquezas ancestrales, monumentos, exuberante naturaleza, singulares paisajes diferentes a cada región que visitas; y contrastes de tal intensidad que alcanzan y sacuden hasta al más adormilado y despistado viajero, revolviendo algo en su interior y despertando el asombro en él.

India, aquel país que por distintas razones siempre marcará un antes y un después en la vida de aquel quien la pise.

País que levanta las pasiones de los entusiastas y soñadores, de aquellos que aceptan la diferencia y reconocen en ella la gracia, la magia. Tierra que suscita el rechazo de quienes no encajan bien otros códigos sociales y culturales… de aquellos quienes no aceptan el, según nuestro punto de vista, curioso devenir indio.

En nuestro caso, esta es nuestra pequeña visión de este gran país.


Pasamos por:
Delhi
Gurgaon
Agra
Varanasi
Fort Kochi
Chellanam
Cherthala
Mararikulam
Pallathuruthy
Champakulam
Alappuzha
Thuravoor

Sobre El Autor

Maria Vilaplana Ribes

En el año 2004 tras dar un gran giro mi despensa experimenté notables cambios a nivel físico y psíquico y pude tomar consciencia de la relación directa entre alimentación y enfermedad. Descubrí en la macrobiótica una preciosa manera de entender la salud y la vida que me dejó fascinada y me ha permitido vivir todo este tiempo entusiasmada entre fogones, procurando mantener mi equilibrio y el de los míos muy lejos de la medicina alopática. Apasionada por igual de los viajes y amante de las gastronomías del mundo gustaba de aunar mis pasiones y a la vez buscar la proximidad entre culturas y cocinas, mostrando ese nexo de unión que hallé en las raíces de la alimentación, y que se da justo en nuestra reconexión con la tierra y sus ciclos.

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